Sobre mí
Encontré la psicología después de una lesión que me apartó de mi primera pasión, la danza. Al principio, era solo eso, una manera de mantenerme motivada y conectada, pero poco a poco me fui enamorando de la psicología y de los recursos que me aportaba de cara a entender mejor a las personas que me rodeaban y a mí misma.
Tras realizar mis prácticas formativas en una Unidad de Trastornos alimentarios durante un año, decidí seguir formándome. Deseaba indagar con más profundidad en el concepto de Trauma, o como lo entendía yo en ese momento y estudié Atención en crisis, emergencias y catástrofes.
Como siempre ha sido importante para mí el trabajo persona a persona, continué mi formación en Psicoterapia Breve infanto-juvenil, donde podía dar apoyo al dolor de los más pequeños y, ayudar a sus familias a ayudarles aportándoles herramientas.
En mi afán por encontrar respuesta a las historias de algunos pacientes y a la mía propia, me adentré en la psicología perinatal y la importancia que tiene en nuestra historia la forma en la que nacemos. Todas esas memorias somáticas que no recordamos a nivel consciente pero que nos acompañarán de por vida. Y por supuesto, la importancia de cuidar y sostener emocionalmente a las madres durante todo el proceso de embarazo, parto y posparto.
Aún así, parecía seguir faltándome algo, y una compañera me recomendó hacer la formación en abordaje EMDR, y gracias a ello, encontré la pieza que me faltaba, que, junto a un enfoque psicoterapéutico centrado en el vínculo, dan sentido a mi manera de entender la psicoterapia.
